16 dic 2013

Catarsis

Un grito inerte yace en el cielo
llamando a quien nunca llegó
sin mas peligro que estar solo
entre un negro mar de dudas.
¿Puedes oírme allí arriba?
zumban los panales muertos
cuya dulzura les fue arrancada
los ríos dejaron su huella
mas ya no corre diáfana agua
un recuerdo zigzaguea al ocaso
de un fuego que no se rinde
aunque la gran marea suba
y amenace con devorarlo todo
¿Puedes escucharme?
despierta de este letargo
profundo como el océano
espeso como voraces nubes
amenazantes de lluvia amarga
entre caudalosas mejillas
que recorren terreno aún cálido
entonces explota de una vez
deja que las penas ardan
se consumen en humo y sal
libra con tu último aliento
un haz de furiosa voluntad
para renacer de las cenizas
sólo el dolor puede purificar
un corazón ansioso de amar
pero sin perder de vista
el chocar contra una pared
¿Quien eres?
dijo el heraldo del fuego
soy la llama hecha carne
cálido como el sol naciente
con los ojos de la bestia
instinto de héroe incombustible
terreno de nadie
pero dándolo todo a su paso
aunque el mundo esté podrido
sembraré semillas incandescentes
luz cegadora de cobardes
esperanza verdadera
aunque el sol se esconda
detrás de nubes negras,
palabras negras y cuervos
encenderé la esquiva llama
que separa los corazones
de su camino a la victoria
Levántate, abre los ojos, camina
que el humo no nuble tu vista
la noche es obscura y helada
y en ella pueblan los terrores
pero eres un hijo del verano
eterno, incansable y majestuoso
la batalla final se encuentra cerca
prepara el camino hacia el destino
no te consumas por el odio
mientras exista una voluntad
con raíces verdaderas y firmes
tu existencia perdurará.

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