Un colibrí ha alcanzado la cima
sin saber en qué sentido volaba
sólo seguro de que avanzaba
y el batir de sus pequeñas alas,
era algo mas que un simple vuelo.
Un camino hacia su ansiada vida
que desde su interior anhelaba
y confiaba que estaba destinada
pero la buscaba y no la alcanzaba,
buscando explicación en el cielo.
Un suave renacer en su interior
vio todos sus miedos derrumbar
formando nublados ríos al llorar
sin miedo de volver a amar,
no sería mas frío como el hielo.
Un ligero canto sobre el agua
y él supo en que destino volar
avanzaría hacia adelante sin dudar
con un rumbo fijo al azulado mar,
teniéndose a si mismo de consuelo.
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