25 may 2014

Humedad

Se acurruca y me sigue abrigando con su voz
creía haberme separado de aquel horizonte
un ave que tiene miedo de volar se refugia
en un gigante de tierra queriendo explotar
hacia un caos en llamas de su espíritu liberado
o al menos poder vivir su sonrisa cálida.

El espera en un corredor un poco nublado
mientras se anima con el calor de su cuerpo
solía mirar un mediodía con un sol intenso
luego vivió del que empuja sus deseos
hasta que vio la claridad y sintió la calidez
de la que pertenecen sus besos.

Ella, consentida, viste su fuego a la moda
cambió sus alas por plumas coloreadas
aunque desee en el fondo ser acurrucada
que las horas se congelen en un instante
para así poder cerrar los ojos sintiendo
que alguien se pierde totalmente en ella.

Entonces, dime qué razón tienes ahora
viajemos hacia aquello que no conocemos
olvidemos el amor y el odio un poco
el despertador todavía no nos llama.

Llega entonces el bendito momento
en que vuelas hacia mi boca
y yo de la tierra me elevo,
perdiéndonos en secreto.