A veces no se cual camino escoger,
cuando creo que se halla al frente mío
el horizonte se transforma en uno nuevo
como si toda visión fuera un espejismo,
una quimera nacida desde la espera.
Donde regadas yacían tus huellas
ahora sólo veo una pared gigante
cualquier tonta ilusión se estrella ante ella,
la inocencia se pierde entre mis manos
una cascada levanta cortinas y armaduras.
Nuevos senderos aparecen a la vista
levantados con caprichos femeninos
en el norte peligrosamente están cerca
atraviesan el mundo en un mismo sentido
podría irme, a costa de no mirar atrás.
Por el lado obscuro, todo se torna salvaje
movimiento animal, energía y tambores
mente dispuesta a abrir siete puertas
me transporta desde esta viva tierra
a través del puente elevado en tu cielo.
Pero a mis pies nace una larga escalera
frío de un invierno que recién comienza
refugiada en un castillo, con pena escondida
eres una primavera añorada bajo la nieve
dama blanca y herida, brisa marina.
Comienzo otra de muchas largas caminatas
y como siempre, creo saber cuál es el camino
Sólo quiero vivir el momento contigo
quizá la cortina de niebla se disiparía rauda
si mi corazón tuviera rebelado tu nombre.
